-Las nubes se abren descubriendo una figura oscura en la sombra de la dama blanca, entre el brazo llevando un pesado libro de eras antiguas- Silencio! No tolerare la murmuracion en este sagrado recinto. Ahora dejadme escuchar vuestro nombre... -guarda un silencioso voto y sus parpados velan los orbes violacios del caballero- Soy Lune de Balrog, juez de la primera prision encargado de jusgar las almas que atraviesan los pasillos del infierno en nombre de mi gran dios Hades-sama. Sera un placer colocar a cada santo de Athena donde les corresponde.

Ah! Pero si es el kyoto de Wyvern en persona... -Tras sus vocablos proferidos en serena voz, separa la mirada de aquel enorme libro al frente del escritorio, escrutando en los orbes ambarinos del juez de Wyvern, empujando con las piernas la silla de madera en la que ha reposado, con ambas manos apoyadas en la superficie de piedra gris del vestibulo, reflejando la luz escarlata del cielo sangriento del inframundo, la sarpuri escondida bajo el atavio de su tunica negra, en pasos silentes rodeando el estudio posando su efigie delante del mayor con la vista fija- Mi eterna lealtad al emperador y unico dios Hades-sama es el designio por el cual he resusitado bajo la luz de la estrella celeste de la sabiduria. Fallar es una ofensa imperdonable en este tribunal... Mi deber es servir al gran Emperador, proteger las puertas de Cocytos aun sobre mi propia vida... Y mi vida incluso esta en las sabias manos de mi señor Hades... Kyoto Wyvern... Espero confie en mi

entra con paso seguro y engreído el juez de griffon, desplegando las alas de la sapuris mostrando su majestuosidad -Bienvenido seas Balrog, supongo que entendiste lo que dijo Radamanthys.....-